Lo que se gana con un ciclo escolar fragmentado
Por: Laura Elizondo Williams, Directora de Innovación de Lexium.
Al día de hoy, México tiene una población de 127 millones de personas, de las cuales 36 millones acuden a las aulas, día con día, ya sea para recibir educación básica, técnica o universitaria.
Para atender a esta gran cantidad de alumnos, México cuenta con el apoyo de más de 2 millones de docentes.
Estas cifras nos indican que al menos 38 millones de personas están experimentando un ciclo escolar fragmentado en donde los planes, proyectos, tareas y situaciones escolares se quedaron en el tintero y en la esperanza de que, al menos una parte de éstas se lleven a cabo en casa.
Es muy probable que, al menos por este semestre atípico, esa educación formal que reciben los alumnos en las aulas, con orden, con planeación, recibiendo información y procesándola a través de ejercicios y actividades, solo quede en un intento, pero también es probable que al finalizar el ciclo escolar, la educación informal surja victoriosa y nos enseñe a todos una lección.
En la educación informal se aprende fuera del aula, en forma natural, espontánea, a través de experimentos personales, juegos no reglamentados, actividades familiares, deportivas, aficiones, lecturas, interacción social, observación y reflexiones.
Hoy 38 millones de personas tendrán que echar mano a este tipo de educación, en donde la creatividad se pone en juego y donde la capacidad de observación y de reflexión se nutren instintivamente.
En este ciclo escolar fragmentado todos podemos aprender si nos damos el tiempo de observarnos y “reflexionarnos”.
Hoy podemos auto conocernos y darnos el tiempo de reflexionar sobre nosotros, lo que nos gusta, lo que no nos gusta, lo que somos y lo que no somos, lo que hacemos y lo que no hacemos y, sobre todo, las razones de nuestro comportamiento.
En este ciclo escolar fragmentado también podemos ganar en auto control, esa habilidad emocional tan importante que nos brinda cimientos para avanzar en la vida con pasos firmes. Hoy podemos practicarlo, controlando las emociones y siendo más asertivos.
Podemos ganar también en auto motivación, es muy probable que la cotidianidad de esta realidad temporal que estamos viviendo obligue a niños, jóvenes y adultos a prender su motor interno y a reinventarse buscando nuevas y diferentes oportunidades para crecer y ocupar su tiempo libre.
En este ciclo fragmentado es posible que perdamos el avance en contenidos que habría que haber aprendido de acuerdo a la planeación escolar, pero, si somos de las personas que ganan aun cuando pierden, tendremos en mente que es un tiempo excelente para que todos en familia trabajemos en incrementar las tres grandes habilidades que son la base de la inteligencia emocional: el autoconocimiento, el auto control y la automotivación.
A veces al perder se gana y esta es una de esas ocasiones en que la vida nos ofrece la oportunidad a todos, niños, jóvenes y adultos de trabajar en una de las grandes áreas del ser humano, su inteligencia emocional.
Lo que se gana en este ciclo escolar atípico lo podemos resumir en una frase:
“De todos los conocimientos posibles el más sabio y útil es conocerse a sí mismo.”
1 Comentario
Nos vemos enfrentados con la realidad de que sale a la luz la mucha o poca atención que se ha dado en el entorno escolar al aprendizaje emocional. Solamente las comunidades educativas que han apostado por ello están batallando menos con el desempeño de su alumnado a distancia. Los que no, tienen doble tarea.